jueves, 30 de diciembre de 2010
Decisiones
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Te deseo mierda
lunes, 22 de noviembre de 2010
Llanto de cielo
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Vacia
martes, 9 de noviembre de 2010
Quiero
lunes, 8 de noviembre de 2010
Final feliz
domingo, 7 de noviembre de 2010
Negligencia
Me tome el colectivo 68, pague mi boleto y decidí sentarme en un asiento mas al fondo.
De repente, un hecho llama mi atención, dos nenas, de no mas de 8 años estaban saltando, corriendo y trepando por el colectivo.
Mire la vestimenta de las pequeñas y me llamo la atención el ver que eran dos nenas completamente bien vestidas, con maquillaje artístico en la cara y que ningún adulto se mostrara responsable por ellas.
Decidí preguntarle a una de las nenas: "¿Linda, están solas ustedes?" a lo que la niña respondió negativamente y señalo a su padre a lo que yo me limite a advertirle a la misma que tuvieran cuidado, ya que era muy peligroso jugar así en un colectivo y mas si el mismo esta en movimiento.
Luego de mi intervención, el padre, decidió alentar aun mas el de sus hijas.
Y en ese momento logro ver la expresión del conductor su cara reflejaba el desacuerdo con el padre, sin embargo, no era capaz de parar el colectivo y pedir al hombre que controlara a sus hijas.
Este, es un típico caso de negligencia
Negligencia del padre, que por un poco de tranquilidad y por demostrar quien sabe que, no cuido a sus hijas exponiendo a estas a cualquier tipo de lesión.
Negligencia por parte del chofer que por terminar antes el recorrido decidió no actuar.
Negligencia por parte de los pasajeros que no le dijimos nada al padre, a pesar que todos nuestros ojos estaban sobre las pequeñas.
Y la verdad que hoy, luego de el descanso nocturno me doy cuenta de que me arrepiento de no haber hecho nada en su momento y me siento deseosa de saber si es que esas pequeñas lograron llegar sin llorar, y sin un rasguño a destino.
sábado, 6 de noviembre de 2010
El tunel del destino
Parada en mitad del túnel, sin saber si volver o continuar. Decide quedarse a mitad de camino; decide sentarse en su lugar y esperar, aguardar, pacientemente a que las cosas tomen forma, a que el destino haga su trabajo. Ese, fue su error numero uno, confiar en el destino. Pensemos por un momento que es el destino, es un conjunto de acciones a futuro que desencadenaran otro conjunto de acciones a futuro, y es que simplemente el mas mínimo cambio puede transformar todo, darlo vuelta (pequeña cosita llamada teoría del caos).
Pasan las horas, los días, los meses y nuestra pequeña princesita de cristal sigue aguardando. Aguarda a quien venga a sacarla de ese túnel, tanto volviendo para atrás o continuando hacia el final.
Es que simplemente, no lo entiende, o mejor dicho, no quiere entenderlo. No quiere aceptar que solo ella crea su destino y solo ella sabe cual camino seguir, si, es cierto, no sabe cuál es el camino correcto, pero ¿qué sentido tendría si supiéramos todas las respuestas de la vida? ¿Qué sentido tendría la vida si esta fuera eterna? No haríamos más que despertarnos cada mañana sabiendo que eso jamás acabaría, no aprovecharíamos los momentos, ya que sabríamos que siempre se pueden repetir.
Ese fue su error numero 2, ella creyó que la vida era eterna y que podía desperdiciar el tiempo.
Se sentó ahí, y aguardo.
Luego de varios meses el día tan ansiado llego, alguien había llegado al túnel, alguien iría a salvarla. Sin embargo la persona llego hasta el mismo punto que ella, le sonrió y se sentó. Aquella persona también aguardaba, pero aguardaba algo distinto aguardaba a que sus acciones se desencadenaran, aguardaba su destino, destino que el mismo había creado. Fue ahí cuando ella finalmente comprendió que así no había destino, que sin acción previa, no acción futura, que dentro de todo lo malo hay algo bueno y que no hay mal que por bien no venga. Fue ahí cuando comprendió que el tiempo pasa, lo quiera o no, el tiempo pasa y no le importa si vos te quedas atrás. Seguilo, pero no te le adelantes, simplemente camino a su lado y a su tiempo que todo llega. SIEMPRE llega.